Si te apasionan las joyas y los metales preciosos es posible que alguna vez te haya asaltado la siguiente duda: ¿Qué es más caro: el Oro o el Platino? Existen muchos factores que hacen aumentar los precios como, por ejemplo, la rareza de dicho metal o su resistencia, la pureza o lo difícil que sea extraerlo.
Por norma general, las joyas realizadas con platino suelen ser más caras que aquéllas de oro. La diferencia principal es que el primero es mucho más denso, lo que significa que una misma joya tendría mayor peso si está compuesta por platino.
Factores que influyen para determinar si es más caro el Oro o el Platino
Como acabamos de ver, la densidad de un metal puede ser determinante a la hora de establecer su coste. No obstante, existen otros factores que influyen en el precio. A continuación, te presentamos los más comunes:
- Pureza: tanto el oro como el platino son aleaciones de diferentes metales. En el caso del oro blanco, por ejemplo, su pureza es del 75% ya que el 25% restante es una combinación de otros metales como níquel o manganeso. Por su parte, el platino cuenta con un 95% de pureza.
- Dificultad a la hora de extraer el metal: entre el oro y el platino, el metal que más trabajo requiere para su extracción es el primero, lo que lo convierte en la opción más cara. Asimismo, su dureza y resistencia impiden manipularlo con facilidad a la hora de crear joyas, algo que es determinante para aumentar los costes de la mano de obra.
- Mantenimiento del metal: así como el platino es un metal que apenas necesita mantenimiento, es aconsejable que las joyas fabricadas en oro se repasen y pulan una vez cada seis meses para que mantengan el brillo del primer día.
Diferencias entre el Oro y el Platino
¿Cuáles son las diferencias principales entre el oro y el platino? A continuación vamos a profundizar más en estos dos metales presentando las claves principales para poder distinguirlos:
Color
El oro está directamente relacionado con el color amarillo aunque son muchas las piezas que cuentan con los mismo tonos por lo que, en muchas ocasiones, puede resultar difícil saber si una joya es de oro auténtico a simple vista.
Dicho lo cual, no debemos confundirnos y pensar que las joyas de oro son sólo amarillas y es que hay muchas variantes, entre las que destacan el oro blanco y el oro rosa. Estas tonalidades se deben a la combinación con otros metales, lo que hace cambiar su apariencia final.
Por su parte, el platino, como hemos visto previamente, tiene una pureza del 95%, lo que permite que conserve su característico color blanco puro. Cabe señalar que, con el uso, éste puede oscurecerse levemente.
Peso
A la hora de comprarse una joya hay aspectos que deben tenerse en cuenta como, por ejemplo, su peso. Debido a su alta densidad, el platino pesa mucho más que otros metales como el oro o la plata. Esto hace que su precio también sea más caro.
Gracias a su mayor ligereza, muchos fabricantes de joyas prefieren utilizar el oro para crear pulseras, collares o anillos ya que estos no resultan tan pesados como los hechos con platino y, por tanto, son mucho más cómodos y socorridos a la hora de ponerse un accesorio.
Resistencia y usos
Otro elemento a tener en cuenta en el diseño de joyas, aparte del peso y el color, es la resistencia y es que no es lo mismo trabajar con un metal que se deforma fácilmente que con otro mucho más resistente.
En el caso del oro y el platino, el primero es un metal blando por lo que es necesario fortalecerlo mediante la creación de aleaciones. No obstante, es fácil que se deforme al recibir un golpe o que se pierdan partes de la pieza como, por ejemplo, los ganchos. Es por este motivo que es preferible no incluir piedras en las joyas hechas con oro. Existe también la opción de utilizar otros metales para la fabricación de los ganchos.
Y, ¿qué ocurre con el platino? A diferencia del oro, el platino tiene una composición muy resistente, permitiendo que las joyas hechas con este material no se deformen. Esto lo hace un metal ideal para incrustar piedras de valor como los diamantes o rubíes.
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