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Oro en paño, ¿qué significa esta clásica expresión?

Seguro que en más de una ocasión ha escuchado la expresión “guardar como oro en paño”. Pero, ¿realmente sabe el significado que tiene y el origen de la misma?

Según el diccionario de la Real Academia Española, se define la expresión “como oro en paño” como “locución adverbial usada para explicar el aprecio que se hace de algo por el cuidado que se tiene con ello”. Es decir, define aquellos objetos que se almacenan con máximo cuidado para evitar que sufran algún tipo de deterioro.

Pero, ¿por qué “como oro en paño”? ¿Cuál es el origen de esta expresión?

¿Cuál es el origen de la expresión “oro en paño”?

Realmente no existe una procedencia clara de esta expresión, puesto que los estudiosos de la lengua se dividen en dos grupos principales, cada uno de ellos defensor de un origen distinto.

Por un lado, hay quienes aseguran que la locución “como oro en paño” proviene de la deformación de la expresión “guardar como oro en pan”, utilizada durante los siglos XVI y XVII. Esta se basa en el modo de almacenaje del pan de oro, unas finas láminas elaboradas a base de este metal precioso usadas para decorar esculturas. Dada la finura del material, debía guardarse con cautela para evitar que se deteriorase.

Por otro lado, la costumbre dictaba que para guardar de manera correcta las joyas y otros elementos de oro, se utilizasen paños de terciopelo o de seda. Incluso a día de hoy, los especialistas del sector de la joyería, suelen guardar las piezas de oro en almacenajes forrados con estas telas, no solo para protegerlas, sino también porque así lucen mejor al ser mostradas. También muchos estuches guardajoyas están forrados con terciopelo para evitar que el oro se estropee.

No está claro el origen real de la expresión, pero como se ha mencionado anteriormente, ambas vienen a tener el mismo significado.

¿Cómo se pueden almacenar las joyas en casa para mantener el “oro en paño”?

Aprovechamos la definición de esta expresión para hacer una breve explicación de cuál es la mejor forma de guardar distintos elementos de oro en nuestra casa, ya sean joyas u otras piezas elaboradas a base de este metal precioso, como monedas, por ejemplo.

En el caso de las joyas de oro, una gran opción siempre es almacenarlas en un joyero con distintos compartimentos y forrado con fieltro o terciopelo, con el fin de evitar que se dañe la pieza. Las distintas secciones son clave para impedir que las distintas joyas puedan llegar a enredarse.

Además, este joyero debe ubicarse en un lugar seguro, sin humedad y procurando que no le dé la luz directamente ni que alcance temperaturas elevadas, para que el aspecto y el brillo del oro no se vean dañados. Una caja fuerte siempre es una buena opción, sobre todo para aquellas piezas más valiosas.

Por otro lado, se recomienda guardar otros elementos de oro, como es el caso de las monedas, en una caja fuerte, para protegerlas de agentes externos y del peligro de robo. Para elegir la ubicación perfecta para este elemento de seguridad hay que tener en cuenta varios factores: que el lugar escogido no sea muy obvio, que no esté al alcance de profesionales externos que trabajen en la vivienda, que esté escondida en distintos niveles y que sea de gran tamaño, para dificultar su extracción.

Además, hay quienes optan por elementos extra como una segunda caja fuerte a modo de cepo o una cámara de videovigilancia.

Distintas formas de limpiar el oro con métodos caseros

Pero no solo basta con mantener a buen recaudo las piezas de oro para mantenerlas “como oro en paño”, también es imprescindible su cuidado y limpieza.

Hay determinadas joyas que precisan de la supervisión de un especialista joyero para su limpieza, sobre todo si han perdido mucho brillo o si se trata de piezas muy delicadas. Pero en general, es posible mantener las joyas de oro en perfecto estado con unos sencillos trucos caseros:

  • Limpieza con agua y jabón neutro: es la forma más básica y la más típica. Se trata de sumergir las piezas de oro en un recipiente con agua tibia y jabón neutro durante, aproximadamente, un cuarto de hora. Aquellas piezas que tienen manchas más profundas conviene frotarlas suavemente con un cepillo de dientes. Para aclararlas, basta con lavarlas con agua y secarlas bien con papel o un paño suave.
  • Limpieza con bicarbonato y papel de aluminio: en un recipiente cubierto con papel de aluminio, se colocan las joyas que se desean limpiar y se cubren con bicarbonato. Posteriormente, se debe añadir agua hirviendo, dejando reposar la mezcla unos cinco minutos. A continuación, frota las partes más sucias con un cepillo de dientes suave y aclara siguiendo los mismos pasos que en el método anterior.
  • Limpieza con pasta de dientes: frota tus joyas con un cepillo de dientes suave cubierto de pasta. Acláralas cuando estén listas y sécalas bien. Este procedimiento es ideal para joyas de oro blanco.
  • Limpieza con sal y limón: se prepara una pasta elaborada a base de zumo de limón y sal, la cual se utilizará para limpiar cada pieza utilizando un paño suave. Una vez hecho esto, se deberá aclarar cada joya tal como se ha mencionado anteriormente.

Ahora ya sabe cómo guardar sus piezas como “oro en paño” para poder mantener su valor.