¿Tienes objetos y joyas en casa de oro blanco? ¿Has notado que con el paso del tiempo han perdido su brillo y se han oscurecido? Si quieres mantener todas tus piezas en perfecto estado deberás seguir una serie de pautas que te ayudarán a recuperar su belleza como si fuera el primer día. ¿Quieres conocerlas? Sigue leyendo porque hoy te vamos a explicar cómo limpiar oro blanco de forma casera. ¡Sigue nuestros trucos y dale una nueva cara a tus joyas!
¿Por qué el oro blanco se mancha?
El oro blanco es una aleación de oro puro con otros metales blancos, como el paladio, la plata y el níquel. Si bien estas adiciones le dan esa apariencia tan distintiva al oro blanco, también pueden contribuir a que se oxide y decolore más fácilmente con el tiempo. Si además está expuesto al sudor o a productos químicos como perfumes, lociones y productos de limpieza domésticos, este proceso puede acelerarse.
Además, el rodio, que es un metal precioso que se aplica como revestimiento sobre el oro blanco para mejorar su brillo y durabilidad, puede desgastarse con el tiempo. Como consecuencia, será mucho más fácil que el oro blanco se manche o sufra arañazos.
Trucos para limpiar oro blanco
Como ya hemos comentado previamente, limpiar el oro blanco de manera regular es esencial si quieres mantener su brillo y eliminar la acumulación de suciedad y polvo. Afortunadamente, existen varios métodos efectivos para limpiar el oro blanco en casa:
- Remojar el oro blanco suave en agua tibia y jabón
Llena un recipiente con agua tibia y agrega unas gotas de detergente. Remoja la pieza de oro blanco en esta solución durante unos 15 o 20 minutos para que la suciedad se vaya yendo poco a poco. Luego, usa un cepillo de dientes suave para frotar suavemente las áreas difíciles de alcanzar. Finalmente, enjuaga con agua limpia y seca con un paño suave.
- Limpieza con bicarbonato de sodio
En un bol mezcla bicarbonato de sodio con agua tibia hasta que se forme una pasta. Con un paño, o un cepillo de dientes, aplica esta pasta a la pieza de oro blanco. Asegúrate de cubrirlo por completo. A continuación, deja que la pasta repose durante unos 10 o 15 minutos y luego enjuaga bien y seca con cuidado.
- Limpieza con amoniaco
Para las manchas más difíciles, prueba a sumergir las joyas de oro blanco en una agua tibia con amoniaco (una parte de amoniaco por seis partes de agua) durante unos minutos. Después de remojar, frota suavemente con un paño o un cepillo de dientes, enjuaga y seca con un paño limpio y suave.
- Usa paños de microfibras
Los paños de limpieza de microfibras son una excelente opción para devolver el brillo al oro blanco. Simplemente tienes que frotar suavemente hasta que se elimine la suciedad.
- Acude a un profesional
Otra opción es llevar tu joya a un profesional. La ventaja es que no sólo la limpiará, sino que además podrá pulirla para que el acabado sea perfecto. A diferencia de una limpieza casera, los expertos pueden utilizar técnicas y herramientas especializadas.
¿Qué cuidados debe tener el oro blanco?
Además de seguir estas pautas de limpieza, te recomendamos que lleves a cabo una serie de cuidados específicos si quieres mantener tus objetos de oro blanco en óptimas condiciones:
- Evita el contacto con productos químicos: Cada vez que vayas a utilizar productos de limpieza, colonias, perfumes o lociones, aleja tus joyas de oro blanco para evitar su contacto directo.
- Guárdalo en un lugar adecuado: Guarda tus objetos de oro blanco en un estuche o envueltos en un paño limpio para evitar arañazos y la acumulación de polvo y suciedad.
- Evita su uso durante actividades físicas: Si te gusta hacer deporte con tu reloj o pulsera de oro blanco debes saber que serán más propensos a dañarse o arañarse. En la medida de lo posible, intenta practicar ejercicio sin este tipo de joyas.
- Haz inspecciones regulares: Por último, inspecciona visualmente tus objetos en busca de algún signo de desgaste.
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