Entendemos por la ley del oro, la proporción en la que se encuentra el oro puro en una aleación, siendo 1000 el total. En otras palabras, si una aleación se dividiera en 1000 partes, ¿cuántas de ellas son de oro puro? Por ejemplo, un lingote de oro de oro de ley 375, 585 y 750 indican que en 1000 partes de ese objeto dorado hay 375, 585 o 750 partes de oro puro, según corresponda.
Pero entonces, ¿en qué se diferencia la ley del oro de los quilates? Pues bien, el quilate es una medida que divide la aleación en 24, en lugar de 1000 partes como hace la ley. Por lo tanto es común escuchar a la gente hablar sobre oro de 18 o 24 quilates. Que la pureza del oro se mida en finura o quilates hoy en día depende a menudo del país en el que nos encontremos.
Por lo tanto, es importante conocer que el oro de 24 quilates es igual a la ley 999.9 o ley 999. Decimos 999.9 en lugar de 1000 porque químicamente el oro, al igual que otros elementos, no se puede obtener con una pureza del 100%.
Para conocer las leyes del oro usaremos el siguiente procedimiento matemático: en el numerador tomamos la clase de oro a la que sacaremos la ley, luego en el denominador usaremos la constante 24 y el resultado lo multiplicamos por 1.000; de esta forma obtenemos la ley que deseamos conocer. Por ejemplo: ¿Cuál es la ley para el oro de 18 quilates? 18/24 x 1.000 = 750, lo que quiere decir que la ley del oro de 18 quilates es la 750.
Por otro lado, es interesante saber que lo que es considerado oro en un país no tiene por qué serlo en otro. Por ejemplo, una joya con una ley de 333 se considerará joyería de oro en Alemania, sin embargo, en Lituania se marcará simplemente como un metal, ya que no contiene una parte sustancial de oro.
¿Cómo comprobar la pureza del oro?
Evaluación oficial. Si realmente quiere estar seguro de la autenticidad y la pureza del oro, debe dirigirse directamente a una oficina de ensayo oficial que se encargue de marcar y comprobar los metales preciosos en su país. Si no, las casas de empeño también pueden hacer la inspección.
Precio. Antes de comprar oro, comprueba el precio del oro en el mercado: aléjate de las ofertas que parecen demasiado buenas para ser ciertas. Si el precio es mucho más bajo que el del mercado, hay muchas posibilidades de que sea falso.
Comerciante. En cualquier caso, se recomienda comprar oro principalmente a empresas oficiales, en lugar de a vendedores ambulantes. A veces, la aleación puede ser simplemente dorada con un metal básico en su interior. Por lo tanto, cuando compre a vendedores particulares no dude en comprobar el sello de calidad en la oficina de ensayos y no sólo en su casa.
Sello. Por último, conviene ser precavido al comprar joyas a artistas joyeros. Si encuentra a uno que afirma que poner un sello de calidad en la joya la encarecería o la destruiría, aléjese de ese vendedor. Poner el sello a los metales preciosos puede costar tan sólo 1 euro y puede grabarse con cuidado (no sólo a presión) para adaptarse a la bisutería más frágil y elegante.
En resumen, la ley del oro o los quilates son dos formas diferentes de medir la pureza del oro. Resulta imprescindible comprobar cómo de puro es el oro antes de realizar cualquier operación de compra o venta. De lo contrario, corremos el riesgo de pagar o recibir una cantidad diferente a su valor real.